EL CAMINO FRANCES (pulsar sobre cualquiera de las imágenes para ampliarlas)






Prólogo Fase IV:

En el año de 2005 solo tengo conocimiento por vagos comentarios sobre la existencia del Camino de Santiago a través de amigos y prensa. Nunca pensé hacerlo hasta que un grupo de amigos, Pedro, Juanjo, Andrés, Carlos y yo mismo nos entusiasmamos con el tema ante la persuasión e interés de nuestro amigo Pedro que hablaba de un Camino que partía de Andalucía, continuando por Extremadura y Castilla León hasta llegar a Galicia.

Después de múltiples cambios de impresiones e investigaciones sobre la existencias de “esos” Caminos, llegamos al acuerdo de posponer el que parte de Andalucía (Vía de la Plata) y centrarnos en el Camino Francés, desde nuestro punto de vista con mayor dotación de infraestructuras (por algo es el más frecuentado) y accesibilidad permanente.

Definitivamente acordamos realizar el tramo comprendido entre Astorga y Santiago de Compostela del Camino Francés, por lo que me ocupo del estudio del recorrido, logística y demás aspectos relacionados con la aventura que estamos dispuestos a vivir. La fecha propuesta sería el mes de Mayo de 2006.

La intención es alojarnos en hostales u hoteles con habitaciones individuales y servicios incorporados, además llevaremos un vehículo de alquiler sin conductor, una Mercedes Vito, con el fin de transportar diariamente el equipaje y así poder caminar más descargados de peso.

Mientras tanto, los días van pasando y aquellos que podemos programamos hasta nuestras escapadas para caminar con el fin de ponernos a punto físicamente como en esta ocasión por los montes de El Pardo.





Eso no es obstáculo para que al finalizar la etapa realizada también disfrutemos de algún que otro refrigerio con unas cervezas fresquitas, pues el regreso lo realizamos en medios públicos.







Ya con los “deberes” casi hechos llega el gran día, es 14 de mayo y hay que ponerse en marcha rumbo a Astorga, aunque ha surgido otra novedad, nuestro amigo Carlos decide llevar también su coche BMW por si acaso el equipo de futbol de sus desvelos jugase la final de Copa de Europa, lo que motivaría el inmediato abandono del Camino para ser fiel a sus principios de seguidor infatigable de su equipo.

Iniciamos el recorrido con la Mercedes Vito desde Madrid Andrés, Juanjo, Pedro y yo mismo para encontrarnos con Carlos a mitad del trayecto en dirección a Astorga.







Hoy tenemos un día plagado de acontecimientos deportivos, así que después de reunirnos con Carlos en Adanero desde donde continuamos carretera hasta hacer la primera parada “seria” en La Bañeza para desayunar unos “choricillos” y ver algo de la carrera de Fórmula I.

Pasado el mediodía estamos en Astorga alojándonos en el Hotel Astur Plaza con el fin de “velar las armas” antes del inicio del Camino, organizándonos durante la comida en el bonito escenarios del salón ajardinado interior del Hotel para disfrutar del partido de tenis que jugaba Rafa Nadal.







La tarde la dedicamos a adelantar un vehículo “lanzadera” al programado punto de destino del día siguiente, es decir a Rabanal del Camino.

La logística con dos coches nos permite el caminar todos, sin embargo nos obliga a varios desplazamientos diarios, es decir, al terminar cada etapa hemos de regresar, con el vehículo “lanzadera” adelantado el día anterior, al punto de partida de la etapa para recoger el otro vehículo y el equipaje, posteriormente y con los dos vehículos hemos de desplazarnos hasta el punto de finalización de etapa del día siguiente para adelantar de nuevo el vehículo “lanzadera” y por último regresar con el otro vehículo al lugar donde hemos finalizado la etapa para pernoctar. Habitualmente el vehículo “lanzadera” es la Mercedes Vito.

En resumen, diariamente hacemos una etapa caminando y cuatro en coche a cambio de disponer de vehículo permanentemente, no transportar en la mochila el voluminoso equipaje del que disponemos puesto que no nos hemos privado de ningún tipo de aditamento y elegir libremente los lugares de alojamiento con independencia del final de etapa. Como bien nos apodaron en Sarria nuestros amigos Carmen y Pepe propietarios del Hotel Roma, acuñando un nuevo término, en nuestro caso en lugar de “Peregrinos” éramos “Turigrinos”.

Hasta aquí los prolegómenos de nuestro Camino, solo soñando con empezar a caminar con la inexperiencia del principiante, no sin antes despedirnos de Astorga con una cena agradable en una terraza de la Plaza de España acompañados de mi amigo Tomás que se unió a nosotros para desearnos un ¡Buen Camino!